Elegir una hipoteca es una de las cuestiones más importantes y un tanto complicadas que deben enfrentar quienes necesiten financiar la compra de su vivienda.
En artículos anteriores ya hemos visto las características de una hipoteca a tipo de interés variable y a tipo fijo. En esta oportunidad vamos a señalar cuales son las diferencias que encontramos entre estos productos.
En una hipoteca a tipo fijo el tipo de interés permanecerá constante durante toda la vida del préstamo, es decir, suban o bajen los tipos de interés, usted siempre pagará lo mismo cada mes. Pero esto no sucede en las hipotecas variables, ya que el interés cambiará en función del índice al que se encuentren referenciadas, como ser el Euribor o el IRPH.
Por otro lado, las hipotecas fijas suelen tener un plazo más ajustado, alrededor de doce años y la comisión por amortización anticipada es un tanto elevada a diferencia de lo que ocurre con las hipotecas variables.
Además, en general, las tipos de interés que presentan las hipotecas a interés variable son más bajos que los de tipo fijo. Si nos encontramos en contextos de tipos de interés bajos y baja inflación, no es muy recomendable plantearse el realizar hipotecas a interés fijo, ya suelen tener una tasa de interés mucho mayor que las variables.
