El Instituto Nacional de Estadística (INE) ya ha publicado los datos correspondientes al mes de febrero que el organismo recopila respecto del precio de los alquileres en nuestro país. De acuerdo a los mismos los precios del alquiler han sufrido un alza del 0,1 por ciento a nivel nacional en el mes de febrero y en relación con enero.
En términos interanuales y teniendo en cuenta el promedio nacional, los precios de los alquileres se han elevado un 1,2%, una cifra que a todas luces resulta bastante más baja que el IPC.
Desglosando nuestro país en regiones, podemos observar, en función a los datos proporcionados por el INE, que algunas comunidades han registrado subas superiores al promedio. Las mismas son:
- País Vasco 1,7%,
- Baleares 1,6%,
- Cantabria 1,5%,
- Cataluña 1,5% y
- Galicia 1,5%.
Quienes han visto subas de precio muy cercanas a la media nacional y que por tanto resultan las más representativas de estos porcentajes, han sido las comunidades de Andalucía, Aragón, Canarias y Comunidad Valenciana.
En el otro extremo de las estadísticas podremos encontrar aquellas comunidades cuyos incrementos se encontraron por debajo de la media nacional o incluso han registrado disminuciones en el precio de los alquileres en los últimos doce meses. Estas comunidades son:
- Asturias 1%,
- Castilla y León 1%,
- Castilla-La Mancha 0,8%,
- Extremadura 0,1%,
- Madrid 1,1%,
- Murcia 0,4%,
- La Rioja 0,3%,
- Ceuta 0,7%,
- Melilla 0,1% y
- Navarra -0,3%
Estas noticias resultan alentadoras para quienes deben vivir de alquiler. Sin embargo en nuestro país existen sólidas estadísticas que ratifican que la mayor parte de la población no utiliza el alquiler como un medio para el acceso a la vivienda, sino que la mayor parte resultan propietarios.
En un mercado inmobiliario deprimido como el que estamos viviendo desde hace ya algo más de dos años, las posibilidades de venta son restringidas, y por ello, muchos propietarios que no desean aplicar descuentos para vender sus pisos, han optado por incorporarlos al mercado del alquiler. Para estas personas la realidad es diferente. Por un lado el precio de los alquileres mantiene una evolución por debajo de la suba generalizada de los precios reflejada en el IPC. Por otra parte los precios de conservación de la vivienda se han incrementaron un 2,7 por ciento a nivel nacional en el último año, situación que compromete seriamente la rentabilidad del alquiler.