La hipoteca puente es una hipoteca concedida como financiación temporal y con la garantía de un ingreso futuro del prestatario o deudor. Se trata de un producto financiero que permite cambiar de vivienda sin necesidad de vender con urgencia la casa que se tiene actualmente. En estos casos, se realiza una hipoteca sobre la casa en propiedad, evitando un crédito personal, y con la espera de un año o dos por parte de la entidad financiera para que el cliente venda su casa y reestructurar la situación con el préstamo hipotecario que necesite finalmente. Es decir, que es una hipoteca que se concede con la característica de ser una financiación temporal, será el tiempo del que se dispondrá para vender la anterior vivienda y formalizar la nueva hipoteca sobre la nueva casa. Teóricamente este periodo debe servir para conseguir las mejores condiciones posibles en la venta de la anterior vivienda, condiciones que no se conseguirían si se tuviera que vender rápidamente para poder adquirir la nueva casa que se desea o se necesita adquirir con urgencia. Con la hipoteca puente se busca no realizar una venta precipitadamente, ya que se podría estar vendiendo la vivienda a un precio inferior al real del valor del mercado y por otra parte normalmente no se puede hacer frente a las dos cuotas que supondría tener dos hipotecas. De esta forma podríamos adquirir la nueva casa vendiendo con tranquilidad la anterior y pagando una única cuota. Pero además, para que la cuota a pagar no sea muy diferente en entre la hipoteca de la vivienda que queremos vender y la hipoteca puente, debemos tener en cuenta el periodo de carencia, que normalmente consiste en sólo pagar intereses durante el periodo establecido para la hipoteca puente, uno o dos años.
